
Ya iba haciendo falta, igual que Maca se estaba quedando sin color calipaquito en las venas yo me estaba quedando sin el rojo calimocho del barrio, así que aprovechando un lunes que había poco que hacer por el centro (digan lo que digan estoy segura de que todo estaba cerrado por muy puente que fuera) nos quedamos por el barrio, el la L para ser exactos, con los del campa de visita, que resulta que se hicieron muy amigos de los amigos de Juan (vete tu a saber cómo se llamaban) Nos pusimos Andrea y yo a darle al calimocho mientras que Tamara se centraba en el vozka (y del caro, que valía 7 eurazos) con los alcorconianos. Al cabo de un rato de llamar a gente para ver que hacía... y porque teníamos frío y queríamos ver si alguien nos invitaba a su casa, llegaron Iker, Adri y estos y nos estuvieron contando como el día anterior se habían ido a bañarse en la fuente de los delfines. Eso si que son cojones, tuvieron que quedarse helados. Y cojones es sin lo que se quedó Iker después de intentar nosequé movida con la tabla y Javi como ayudante, menuda leche que se dio. Es que parece nuevo, mira que no saber que lo de Javi son las manos y no los pies, eso le pasa por pedirle peras al olmo. En fin, supongo que lo más destacable de esa noche fue el pedo que llevaba Juan (Mora) que no paraba de decirle que Andrea lo partía y que conocía a “ese par de tetas” desde que ni siquiera existían tetas. Que profundo se puede llegar a ser, eh. Ah, y casi le abre la cabeza a Jaime con una litrona que fue a lanzar pero que por un pequeño error de cálculo en vez de salir hacia delante se le fue para atrás, cosas que pasan.
1 comentario:
Bueno, puesto que hemos vuelto a los tiempos en los que sólo comentamos nosotras, comentaré, aunque la verdad no estube presente en todo el puente y no tengo mucho que decir. Pero aplaudo que hayas sabido colgar la foto, ENHORABUENA
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