4ª parte, perdidas de la vida

Andrea, Leo y yo nos fuimos con Carlos, Pedro Pablo, Javi y el Facha en metro (y algunos de los del C). El facha llevaba una encima bastante interesante, con deciros que aceptó comerse un chicle usado por Andrea para ver si le subía un poco el azucar... No fue muy inteligente por parte de Andrea ofrecérselo, porque era sin azúcar, pero la intención es lo que cuenta. Unas cuantas flexiones en la barra del metro después (ahora entiendo porqué tengo agujetas en los brazos!) llegamos a Avenida de América, aunque perdimos a bastante gente por el camino. Digo yo que se irían a su casa. Nosotros nos fuimos a casa de Carlos, a la azotea, para más datos, a ver el amanecer. Pero como ya había salido el sol solo lo vimos subir, que también tiene su encanto. Andrea, para no morir de la congelación se hizo un escudo protector con Javi, Pedro Pablo y El facha, que se sentaron rodeándola. Muy graciosa la conversación que mantenían de “tengo frío” “no nos lo digas 2 veces que te calentamos”. Después de un rato allí ya nos piramos, porque Javi se tenía que ir a ver una academia, Carlos a su casa para que no le mataran y el facha a trabajar (por más que insistía Andrea en que tampoco pasaba nada aporque llegara un poco tarde). Andrea, Peter Pablo y yo, como no teníamos nada que hacer, nos fuimos a desayunar al vips y al llegar a Colombia nos encontramos con que eran las 8 de la mañana y la gente estaba yendo para el tuto. Como os podéis imaginar no se nos ocurrió nada mejor que pasarnos, vestidas todavía de fiesta y pedo, al insti a saludar. Los profesores que nos vieron fliparon, hasta Juliana nos dijo que íbamos piripis (razón no le faltaba). Después de secuestrar a unos cuantos para no desayunar solas (porque Pedro Pablo dijo que el casi se iba ya a su casa) tiramos para el vips y con toda nuestra buena voluntad y nuestros pies negros les invitamos a desayunar. Que quede constancia de que fuimos Andrea, la famosa Andrea que siempre se va a dormir la primera, y yo, la empollona con media de 9, las que aguantamos hasta el final dándolo todo. He dicho.