Yo me libré de llevar mesas porque Javi y Carlos se fueron a casa de Javi en coche para que se cambiara de ropa (no se puede salir por ahí con un traje guay porque lo destrozas y te mueres) y Lucía y yo aprovechamos la ocasión para irnos con ellos y que luego nos llevaran a la cena. Era solo el principio de la noche y ya teníamos los pies algo perjudicados, así acabé yo, recorriéndome descalza todo Madrid. La cena en sí estuvo bien. No éramos muchos, y como habíamos reservado de más por si acaso pues había una esquinita que nos separaba a los 2 grupos. Solo Andrea, estratégicamente situada, pudo hablar con todo el mundo. Se hicieron más fotos por supuesto y unos cuantos brindis con sangría( menos Jose, que brindó con agua, con lo malo que es eso...) De la cena no se puede decir mucho más, hubo un momento de tensión cuando nos pusimos a hablar de política, pero como Carlos sacó el tema solo por provocar al final pasamos de él. Eso sí, Andrea nos hizo una exposición muy emotiva de porqué están tan jodidos los inmigrantes en Francia, pero ahora no viene al caso, si la queréis saber se la preguntáis a ella.Después de cenar, problemas para pagar el pan incluidos, intentamos decidir qué íbamos a hacer. La mitad de la gente quería irse directamente a Moncloa, y la otra mitad hacer primero botellón en el parque, así que nos separamos quedando en que los del botellón se vinieran luego a la notte (que no me explico cómo la encontraron, supongo que alguien saldría y les guiaría, porque sino...) Los que nos íbamos a Moncloa tiramos para Colombia a coger el metro, aunque nos costó bastante arrancar. De camino a colombia nos liamos a darle besos a la gente (básicamente a Juancho) con los labios pintados de rojo pasión. La gente le miraba muy raro cuado le veía pasar con la cara llena de besos( incluido el de la frente, que nunca puede faltar) Ey, y me llevó una parte del camino a caballito, y eso que Irene y Maca intentaban sabotearlo, pellizcándome en el culo para que diera saltos. Cuando llegamos a Colombia Javi y Carlos todavía no habían llegado, y como eran ellos los que conocían el camino nos pusimos a esperarles. Y esperando esperando nos dimos cuenta de que había 2 menores sin abono ni DNI ni nada así que yo, ya que estaba sin hacer nada, me fui con Juancho a mi casa a coger mis 2 abonos y de paso otros 2 pares de calcetines(yo ya llevaba unos) para la gente que no aguantara los zapatos y
millones de tiritas. De todo eso he vuelto a casa con unos calcetines y un abono, me da que esta tarde me toca hacer redada para recuperar mis cosas , eso si, las tiritas usadas os las podéis quedar. Por fin nos reunimos todos en Colombia y tiramos para Moncloa de una vez por todas, pero todo lo que pasó allí (y vaya si pasó) es otra historia, la 3ª parte de la graduación.