Viernes de terror

Bueno, el título no hace mucha referencia a lo que pasó pero es por seguir con la estética de halloween. El viernes salí con Andrea (oh, milagro) para dar una vuelta por el barrio y tal, Maca estaba con los de la uni, y Marta en pijama y no quería ser molestada. Tras unas cuantas llamadas conseguimos encontrar a gente que no estuviera cenando, y estuvimos un rato con Larra, Iñaki y Jaime, pero los dos últimos se fueron enseguida. Poco después aparecieron Giorgio y Nikki, y con el tiempo (bastante la verdad) Anita y Javi, por separado.
En un intento de sociabilizar al alemán, no lo digo por Giorgio, y tras unas haber estado discutiendo un rato acerca del sistema político y jurídico español (que Giorgio defendía pues para eso está estudiando derecho y políticas), nos pusimos a jugar al mus. Tan enfrascados estábamos en la partida que no nos dimos cuenta de que se nos acercaban un par de tipos sospechosos. Cuando estaba yo enseñando mi juego (tenía la una), vienen un polícia de secreta a jodernos el rollo, y después apareció otro, y otro y otro... Al final teníamos a cuatro policías para nosotros solitos (y eso que éramos seis o siete), no fue muy grave, les dimos la documentación, todos menos Ana, que no sé que hizo para no se dieran cuenta, y Giorgio que no la tenía pero que al final les dijimos a los maderos que era quien había dicho y se fueron sin armar más lio, casi nos dijeron más por estar en un parque infantil que por estar bebiendo (pase que no teníamos mucha bebida). Aunque lo que estaban buscando, sin lugar a dudas, eran porros, porque aparte de registrar medio parque y nuestros bolsos nos preguntaron un par de veces, pero cuando encontraron una cartera con sorpresa se calmaron un poco.
El inteligente de Larra, en un intento por que no le pillaran con petas, los tiró al suelo, de nada le sirvió porque al final no nos registraron, y luego se tiró cosa de media hora buscándolos entre la arena, cuando ya casi los daba por perdidos, los encontró para su consuelo y depresión (pequeña) de Javi, pues la cartera era suya.
Estuvieron un ratito más jugando al mus, Adri no paraba de decir "paso" o "que cartas más graciosas" y Javi tenía un juego de lo más extraño, hasta el punto de que con duplex de pitos-seises, en la última jugada (iban perdiendo) tiró los seises y cuando vio que le tocó un pito dijo "mejor, mejor". A eso de las tres y media- cuatro, nos fuimos a casita porque ya nos habíamos rallado de tanto mus y hacía un frío de fliparlo.
Por cierto, ese no fue el único encuentro de la Javi con la policía en el día (debe tener cara de sospechoso), sino que horas antes, mientras estaba el solo en las canchas jugando al baloncesto le vinieron dos maderos dispuestos a registrarle la mochila, pero le ofrecieron un trato, no le registraban si metía un triple. Javi, con los cojones de corbata y aparentando normalidad tiró y...metió. Menos mal que Javi es bueno al basket que si no...