Como ha dicho Irene, en semana santa no hemos puesto nada, ella porque estaba en el pueblo, y si no tiene agua caliente, va a tener internet, y yo porque estaba muy ocupada saliendo, durmiendo y viendo sexo en Nueva York (me he hecho adicta a esa serie). Así que ahora voy a comentar un poco algunas de las cosas, de las que me acuerde, por días. Este artículo igual es un poco largo, pero hay que leerlo hasta el final:
El jueves dejando atrás los pantalones rotos, la palestina y la dignidad nos fuimos a Cats (disco-pija-guay) para ver el ambiente y por variar un poco. Lo que pasa es que Alba no llevaba un DNI de 18 años (entre otras cosas porque tiene 17) así que se quedó fuera y yo como buena samaritana que soy me fui con ella a esperar a que salieran las otras. A Carlos y a Javi les dejamos dentro con sus amigas y el facha, porque no era necesario que nos fuéramos todos. Pillamos de coña el último metro y nos fuimos a Alonso a ver que pasaba, pero yo al ver a Lipi, que salía de un concierto de un amigo, vi una oportunidad para que alguien me llevara hasta Cibeles y Alba se vino también. Irene, Esther y Andrea se quedaron por ahí hasta las 6 de la mañana creo, celebrando que a Irene le habían quitado la hora. Por lo que sé los de primero estaban por tribu, en el alquimista, disfrutando de su compañía mutua y ajena.
El viernes íbamos a tener en mi casa una partidita de mus, pero como Lipi (que era mi pareja) se rajó con la malísima excusa de que no se iba a venir a mi casa desde El Portal si llovía, pues no jugamos al mus y aprovechamos la ocasión de tener mi casa sola para hacer mojitos con ron de 4,5 euros y menta robada del jardín de mi abuela (bueno, era hierbabuena pesados) Eso sí, teníamos azúcar moreno que se había traído Irene en un salero-azucarero del vips. Como no teníamos pajitas nuevas usamos las de mi colección, que ya están usadas, pero estábamos entre amigos así que no pasa nada. Además sin pajitas te tragabas la menta, y eso no mola. La fiestecilla esta acabó pronto, primero se fueron Javi, Carlos y el facha (es que no me acuerdo como se llama, si alguien lo sabe que lo diga), luego se fue Irene porque la venían a buscar sus padres y como ya solo quedábamos Alex, Maka, Andrea, el pedo que llevábamos y yo, pues se piraron a casa y yo me quedé con los amigos de mi hermano viendo un programa de cambio de imagen en inglés, lo que viene a ser una noche rara, vamos
El sábado no se que hizo la gente, pero yo me fui con Andrea a ver una peli (la vida de los otros), y como esto no es un diario, omito este día
El domingo ni salí, ni sé qué hizo la gente (Luisa, dónde estás cuando te necesito) así que paso también de él.
El lunes fue la celebración del cumple de Luchi, en el antifa, como marca la tradición, que por cierto ya no es antifa ni es nada, que mala leche pintar esa pared... Habrá que volver a decorarla, porque Luisen meando intentando escribir Antifa no me parece suficiente. El lunes fue la primera aparición en sociedad de la prima de Andrea, Irene, que fue la única que supo apreciar conmigo que el tobogán era un dinosaurio con cabeza de loro y no una mierda de elefante como decía la gente. Tuvimos la agradable visita de la policía en el momento que estábamos cantando el cumpleaños feliz, pero nos fuimos rápidamente y no pasó nada, cuando volvimos todo seguía en su sitio. Al final se pasaron también Jorge y Giorgio, justo a tiempo para ver a Luchi potar y a nosotras pirarnos
El martes nos fuimos para San Blas a casa de uno de los amigos de Alex (Mario) y estuvimos allí un buen rato jugando al sing star. Luisen y Leal llevaban un buen chuzo encima y no se les ocurrió otra cosa que comer nuez moscada a mordiscos. Por las caras que pusieron yo diría que no estaba buena. Les dimos una buena paliza a los chicos a pesar de que Alex nos desenchufó el micro para ver si así podía ganarnos. Ni por esas. Volvimos pronto de San Blas para ir a una “fiesta” en casa de Javi, pero cuando llegamos al barrio Javi nos dijo que no fuéramos y solo pudimos cagarnos en sus muertos y irnos cada una a su casa.
El miércoles como por no estar no estaba ni mi hermano en casa volvimos a hacer día de los mojitos (y porque teníamos todavía mazo de bebida) Incluso metimos a Javi, que nos había dejado tiradas el día anterior. Jugamos al juego de las moneditas, que es básicamente beber y prohibir. Cuando ya no puedes decir eh, tu, joder, mierda, ostia, si ni los nombres de nadie te pillas lo que viene a ser un buen pedo. Acabamos jugando al mus con Andrea y Maka haciéndome dibujos con subrayador por todo el cuerpo (pero cuando digo todo NO es todo), con Irene y Javi liándose y conmigo haciéndole un chupetón a Maka(que todo hay que decirlo, me quedó de lujo)
El jueves por fin salimos por la calle, rollo tribunal. Al principio no nos dejaron entrar en ningún sitio, hasta la zorra del calipaquito nos dijo que no y eso que había gente dentro, pero luego los de primero se fueron a casa de Luchi y nos quedamos casi todos mayores de edad. El recorrido que hicimos no lo tengo del todo claro, fuimos primero al nueva visión, que les invitaron a Maka, Cris y Juancho a unos chupitos . Más tarde volvimos y estuvimos ahí hasta que Cris se fue a casa, que nos piramos y llegamos no se sabe cómo al Zocotroco, donde también nos invitaron a mazo de chupitos (hasta yo bebí tekila! ) y las copas te costaban lo que sacaras al tirar un dado. Cuando Juan me dijo que ya le había llamado su madre para saber dónde coño estaba nos volvimos a casa y Dani, Irene, Giorgio y Andrea se quedaron a dormir a casa de Javi. Y lo que no es dormir.
Soy incapaz de acordarme del viernes así que digamos que no pasó nada, y si pasó no es suficientemente interesante como para que me acuerde
El sábado volvimos a Cats, no sin antes pasar por el 2 con 50 (que por cierto, esta wapo) Íbamos to monos todos para pasar, porque teniendo en cuenta los DNIs que había es MUY raro que entráramos todos. Los únicos mayores de edad éramos Carlos y yo, Cris llevaba el DNI de su prima rubia de ojos azules, Dani el de Giorgio(que se pasó todo el viaje de metro estudiándoselo, yo creo que hasta yo me sé ya el número) y Juanjo el abono de su hermano de 21 años con una foto suya pegada. Contra todo pronóstico entramos, y nos lo pasamos muy bien aunque el puto DJ no nos pusiera la de chiquilla (temazo). Al final cogimos el N7 hasta avenida de América, con Andrea corriendo descalza (que casi la atropella un taxi). Solo comentar que la parada del L9 de Avenida de América está muy escondida, así que tocó ir andando hasta el audi. Eso sí, yo ya me lo he mirado en internet, y ya la tengo fichada para la próxima.Esto ya es muy largo, y el domingo yo no hice nada, además no creo que nadie haya llegado a leer hasta aquí, así que muy pocos notarán que me faltan 2 días, pero joder, es que algún día tendría que estudiar, no?