Hablando de cumplir 18

Hablando de cumplir 18, yo los cumplo mañana (domingo 14, para más datos). Y vosotros diréis, qué coño me importa. Pues no mucho, pero como aquí la que escribe soy yo, os lo cuento, y ya que estoy cuento la celebración que hicimos ayer (las fotos se publicarán en entradas posteriores):
Quedamos en el alcampo, a eso de las 9 para comprar. Como media hora después conseguimos reunirnos bastantes, que no todos, (la puntualidad nunca ha sido nuestro fuerte, para que negarlo) y ya entramos y pillamos y eso. Tiramos para el antifa, con paradita imprescindible en el chino para comprar vasos, hielos, y por supuesto pipas (¿Qué es un botellón sin pipas?). Yo aproveché la ocasión para enseñarle el DNI a la china y que viera que a partir del domingo el “pa ti no” se lo va a decir a su abuela. Cuando salimos del chino nos dimos cuenta de que habíamos perdido a la mitad del equipo, que se habían ido a cenar al macdonals, y se supone que nos lo habían dicho. Hubiese estado bien enterarnos, esa llamadita que me ahorraba. Por el camino Javi nos estuvo dando el coñazo con los juegos del curso de monitores, para los que por cierto Andrea, y yo somos un poco negadas, lo de pensar rápido no es lo nuestro. Pues eso, el resto del botellón os lo podéis imaginar: poco a poco fue llegando la gente, Javi y Giorgio casi se matan porque estuvieron toda la noche haciendo equilibrios en los juegos para niños nuevos que han puesto en el antifa; Lipi nos enseñó un nuevo juego para emborracharnos, que se juega con un dadito y hay uno que es el portero (cuando sacas un 1 con el dado) y si eres portero un rato largo (como me pasó a mi, que debí batir un record, joder lo que le cuesta a la gente sacar putos 1 cuando es necesario) lo más probable es que acabes con un pedo guapo, como me pasó a mi, que me jugué la vida cuando soplé al mechero encendido que tenía Giorgio en la mano. Que también tuviera un porro a medio liar fue un fallo técnico. Menos mal que no se voló nada. Intentaré no volver a hacerlo, pero ver la cara que se les quedó de incredulidad total mereció la pena. En un momento dado vinieron todos los del albeniz que estaban haciendo una cena de colegio o una pollada así, y hasta parecía un botellón en condiciones eso. A partir de la 1.30 o 2 la gente se empezó a pirar, unos porque tenían sueño, como Charly, otros porque hoy tenían partido, como Maka. Al final nos quedamos solo Andrea, Irene, Larra, Lipi y yo. Ah, y la mochila de Javi, que se la dejó de recuerdo. Así que la pillamos y nos fuimos todos a mi casa (a Lipi hubo que insistirle, estaba empeñado en irse a la suya), y na, estuvimos ahí charlando y comiendo chucherías, le pintamos la cara a Andrea (que se quedó dormida según llegamos, como no, y encima pilló cama) Al final Lipi consiguió irse a su casa, y nos quedamos los demás a dormir en la mía, compartiendo un colchón (menos Andrea) hasta que se nos ocurrió coger otro. Bueno, la verdad es que se nos ocurrió muy pronto, pero no apetecía ni media moverse para pillar un colchón. La conclusión que sacamos Irene y yo de esa noche: Larra es larguísimo, se le salen mazo los pies de la cama. Y hasta aquí hemos llegado. Felicitarme perras!

Solo añadir que la dirección del prensa quiere darle una mención honorífica al señor dakota del norte por todos los comentarios que ha puesto, auque algunos sean un poco crípticos, enhorabuena