Cómo ser una perra cápítulo primero

Si quieres aprender a ser una perra como Dios manda, vente al tuto, porque aparte de profesores que se van rompiendo ( por cierto, que la sustituta de biología se ha caído en el metro saliendo de una rampa, su consejo : cuidado con las rampas que son peligrosas), aparte de eso, hay unas cuantas perras. La verdad es que a mi no me han hecho nada, no sé que tengo que les caigo bien a los profesores, pero como esto es un periódico y no mi diario ( por mucho que cuente que me tengo que ir a estudiar) pues lo cuento desde la visión de la mayoría: La Potro es una puta, y la de filosofía (que ni se ha ganado el derecho a tener nombre) tampoco se queda corta. Para empezar la Potro nos hizo el último examen de la evaluación el lunes después del puente, y eso que la evaluación era esa misma tarde, y ya tenía otro examen sin corregir. Pues han debido ser los 2 exámenes más penosos que se han visto en el seminario de inglés en muchos años, teniendo en cuenta que las notas de la evaluación de toda la clase (menos la mía) han sido como mínimo 2 puntos más bajas de lo que se suponía según la media de los otros exámenes, sin contar los suspensos caídos por arte de magia... La de filosofía, aparte de ser una pesada que se cree que hace gracia y no para de decir mmmm al final de cada frase( vale, me cae mal) es cruel, o por lo menos lo ha sido con Lucía, a la que ha tenido 1 semana sin decirle si aprobaba o no, dándole esperanzas, para esta mañana decirle sin mirarla siquiera que ha tenido un 4, así, sin despeinarse. Lo dicho, cómo ser una perra volumen 1